Ya está aquí "La verdad tiene mil colores"

 

No puedo estar más contento. Publicar una novela es algo que disfruto enormemente y de lo que me siento muy orgulloso. Después de la primera, “Gunshot: Un insólito talento”, estuve mucho tiempo sin publicar nada. Escribir, escribo continuamente, pero no siempre el resultado es algo publicable (lo que no le quita interés). Entonces llegó el COVID-19 y, durante el confinamiento, comencé a escribir “La verdad tiene mil colores”.

Antes de ponerme, revisé lo que había escrito últimamente y caí en la cuenta de que, si bien las tramas eran diferentes, la temática general era bastante similar. Sin duda, mi gusto por los comics tiene algo que ver con eso. No son mi única referencia, desde luego, pero tienen su influencia. Así, tras esta revisión, me pregunté; ¿por qué no buscas otro punto de vista?

Decidí afrontar el proyecto desde ese nuevo ángulo, menos intenso quizás, aunque más próximo y directo. Planteé una historia basada en gente normal, personas con las que te podrías encontrar cualquier día y compartir sus problemas e inquietudes.

¿Quién no tiene problemas financieros de vez en cuando? ¿Quién no discute con sus padres? ¿Quién no se ve atrapado por los convencionalismos y estereotipos de su entorno?

Ese contexto de lo cotidiano fue el punto de partida. Una vez definido, dejé volar la imaginación a la hora de presentar las situaciones a las que se enfrentan los personajes. ¡Y la he dejado volar a gusto, procurando reírme todo lo posible mientras tanto!

También quise acercar la novela a ciertos temas de actualidad, precisamente ahora que vuelven a estar en la palestra algunos debates que dábamos por superados. Tampoco profundizo en muchos de ellos, es cierto, pero sí que ofrezco una opinión y espero que se generen otras muchas (las que sean) entre los lectores.

No os confundáis, ya he dicho que no me pongo demasiado intenso, ante todo he tratado de escribir una novela que sea ágil, entretenida y con mucho sentido del humor. Conseguirlo me haría tremendamente feliz, aunque determinar si lo he logrado o no, será una decisión enteramente vuestra.

He empezado indicando todo lo que he disfrutado con “La verdad tiene mil colores”, lo que es cierto. Sin embargo, ha llegado la hora de compartirlo, de ofrecérselo a los lectores, y esa parte es aterradora. No es posible que guste a todo el mundo, soy consciente de ello, pero una novela es como el hijo de uno que siempre es el más guapo. En ese sentido, a nadie le gusta que le digan que su hijo es feo, aunque lo sea. Espero que este no sea el caso.

Por último, os dejo el enlace a la página web del libro donde podéis encontrar toda la información disponible y las distintas formas de conseguirlo.